Walt Whitman
Esta semana se cumplirá el bicentenario del nacimiento del poeta norteamericano que más ha influido en las generaciones posteriores. Es un buen momento para recordarlo y para aprovechar la energía y la libertad de sus versos para despedir a una nueva generación de alumnos que acaban el bachillerato esta semana también. El poema, inspirado en el
Carpe diem horaciano, es una oda a cómo deberían vivir la vida los jóvenes y también los adultos, a los que a veces se nos olvida que no hay nada más importante.
Do not let the day end without having
grown a bit, without being happy,
without having risen your dreams.
Do not let overcome by disappointment.
Do not let anyone you remove the right to
express yourself,
which is almost a duty.
Do not forsake the yearning to make your life
something special.
Be sure to believe that words and poetry it can
change the world.
Whatever happens, our essence is intact.
We are beings full of passion. Life is desert
and oasis.
We breakdowns, hurts us, teaches us, makes us protagonists
of our own history.
Although the wind blow against the powerful
work continues:
You can make a stanza. Never stop dreaming,
because in a dream, man is free.
Do not fall into the worst mistakes: the
silence.
Most live in a dreadful silence. Do not resign
escape.
"Issued by my screams roofs of this
world," says the poet.
Rate the beauty of the simple things.
You can make beautiful poetry on little things,
but we can not row against ourselves. That transforms life into hell.
Enjoy the panic that leads you have life ahead.
Live intensely, without mediocrity.
Think that you are the future and facing the
task with pride and without fear.
Learn from those who can teach you. The
experiences of those who preceded us in our "dead poets", help you walk
through life.
Today's society is us "poets alive."
Do not let life pass you live without that.
No dejes que termine el día
sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin
haber alimentado tus sueños.
No te dejes vencer por el
desaliento.
No permitas que nadie te quite
el derecho a expresarte, que es casi un deber.
No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y la poesía sí pueden cambiar al
mundo.
Porque, pase lo que pase, nuestra esencia está intacta.
Somos seres humanos llenos de pasión.
La vida es desierto y es oasis; nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos
convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sopla en contra, la poderosa obra continúa. Tú puedes
aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar, porque sólo en sueños puede ser libre el
hombre.
No caigas en el peor de los errores, el silencio. La mayoría vive en un
silencio espantoso.
No te resignes. Huye.
"¿Emito mi alarido por los techos de este mundo?" dice el
poeta.
Valora la belleza de las cosas simples, se puede hacer poesía bella
sobre las pequeñas cosas.
No traiciones tus creencias. Todos necesitamos aceptación, pero no
podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un
infierno.
Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante. Vívela
intensamente, sin mediocridades.
Piensa que en ti está el futuro, y encara la tarea con orgullo y sin
miedo.
Aprende de quienes pueden enseñarte. Las experiencias de quienes nos
precedieron, de nuestros ¿poetas muertos?, te ayudan a caminar por la
vida.
La sociedad de hoy somos nosotros, los ¿poetas vivos? No permitas que la
vida te pase a ti sin que la vivas.