El Premio Cervantes de 2019 ha sido para un poeta que reivindica la escritura en su propia lengua y no abandona el español al mismo tiempo, ya que traduce sus propios poemas. Joan Margarit (Sanaüja, Lleida, 1938) es uno de los poetas más importantes de nuestro tiempo, dueño de una voz propia y símbolo del entendimiento posible entre las dos culturas, catalana y española. Escribe con realismo de aquellos sentimientos que experimenta: la pérdida, el duelo, la vejez, la poesía como refugio ante la incertidumbre. Nuestro poema de la semana de su libro No era lluny ni difícil es un homenaje a un gran poeta. La ilustración que lo acompaña es del diario El español.
NO ERA LLUNY NI DIFÍCIL
Ha arribat aquest temps
que la vida perduda no fa mal,
que la luxúria és un llum inútil
i l’enveja s’oblida. És un temps
de pèrdues prudents i necessàries,
no és un temps d’arribar, sinó d’anar-se’n.
És ara quan l’amor
coincideix a la fi amb la intel·ligència.
No era lluny ni difícil.
És un temps que només em deixa l’horitzó
com a mesura de la soledat.
El temps de la tristesa protectora.
que la vida perduda no fa mal,
que la luxúria és un llum inútil
i l’enveja s’oblida. És un temps
de pèrdues prudents i necessàries,
no és un temps d’arribar, sinó d’anar-se’n.
És ara quan l’amor
coincideix a la fi amb la intel·ligència.
No era lluny ni difícil.
És un temps que només em deixa l’horitzó
com a mesura de la soledat.
El temps de la tristesa protectora.
NO ESTABA LEJOS, NO ERA DIFÍCIL
Ha llegado este
tiempo
cuando ya no hace daño la vida que se pierde,
cuando ya la lujuria es tan sólo
una lámpara inútil, y la envidia se olvida.
Es un tiempo de pérdidas prudentes, necesarias,
y no es un tiempo de llegar
sino de irse. El amor, ahora,
por fin coincide con la inteligencia.
No estaba lejos,
no era difícil. Es un tiempo
que no me deja más que el horizonte
como medida de la soledad.
Un tiempo de tristeza protectora.
cuando ya no hace daño la vida que se pierde,
cuando ya la lujuria es tan sólo
una lámpara inútil, y la envidia se olvida.
Es un tiempo de pérdidas prudentes, necesarias,
y no es un tiempo de llegar
sino de irse. El amor, ahora,
por fin coincide con la inteligencia.
No estaba lejos,
no era difícil. Es un tiempo
que no me deja más que el horizonte
como medida de la soledad.
Un tiempo de tristeza protectora.
Debe ser el tiempo que hemos ido acumulando con la edad, el que nos hace ya ir despacio porque ya poco se persigue. Precioso poema de un gran escritor, un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias por disfrutar también de este poema y seguirnos con tanta fidelidad
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