domingo, 24 de octubre de 2021

Hogares

Asistimos estos días entre fascinados y sobrecogidos a la erupción del volcán de la isla de La Palma: la naturaleza en estado puro, situando a los humanos en nuestro lugar. Son muchas las personas que lo han perdido todo y ese terrible pesar no nos puede dejar indiferentes. Por eso, cuando me crucé casualmente con este poema de Cristina Angélica, una joven poeta nacida en Caracas, residente en Málaga, inmediatamente me vino la imagen de la lava del Cumbre Vieja tragándose las esperanzas y los esfuerzos de muchos palmeros. Aunque la autora concibió su poema por su infancia errante en la que las mudanzas eran constantes, su lectura  nos acerca la realidad de los sueños rotos, ya sea por un desahucio, una migración o la lava de un volcán.

 

Propietarios

Porque no poseemos nada,

ni siquiera la vaga sombra del futuro

FRANCISCA AGUIRRE

 

Me pregunto lo que supone tener una casa propia, heredada o comprada, pero propia.

Una casa que nunca has visto vacía,

llena de cuadros y algún que otro álbum monótono

en donde las fotos no varían de escenario.

 

Una casa que vaya cambiando con los tiempos,

en la que ya no haya lámparas de araña y ahora las bombillas sean de bajo consumo.

Una casa amplia, familiar, de todos.

 

Me pregunto si alguna vez alguien

imaginó su casa vacía, muda.

Paredes que ya no le pertenecen a nadie,

losas que no darán más bienvenidas

y puertas que no volverán a abrirse.

 

Me imagino si alguna vez

alguien imaginó su herencia,

un folio en blanco

en dónde no es dueño de nada,

en dónde ni siquiera figura su nombre.

 

La única herencia que me queda

son un montón de fotos, en casas distintas,

como si fueran de otras épocas,

de familias diferentes

que solo se parecen a nosotros.



domingo, 17 de octubre de 2021

Olvido García Valdés

Este verano se celebró en Marbella una nueva edición del festival Marpoética, una iniciativa que nos permite disfrutar de la palabra de autores muy diversos en la cercanía e intimidad que se produce en la pequeña sala de la biblioteca Fernando Alcalá de nuestra ciudad. A lo largo del curso iremos retomando a algunos de los poetas que pasaron por allí. Hoy es el turno de Olvido García Valdés, poeta asturiana de larga trayectoria, cuya voz supone un modo particular de ver la realidad: "se percibe lo que se es". Esta premisa está muy presente en su obra. El poema es el lugar donde se encuentran realidad y lenguaje, la emoción y la palabra. Así ocurre en nuestro poema de la semana, donde además rinde un homenaje a algunos de los poetas en cuya tradición ella también se encuentra.


Sólo lo que hagas y digas           

eres, incierto lo que piensas, invisible              

lo que sientes dentro de ti.                      

¿Qué significa                    

dentro de ti? Nada eres si, como dicen,            

no es intersubjetivamente comprobado            

(al menos comprobable). Juan de la Cruz no es                    

más que unos poemas, Emily                 

Dickinson, Edgar Allan Poe, sólo palabras.                

¿Qué significa                    

intersubjetivamente? ¿Cuántos sujetos           

hacen falta? ¿Cuántos que digan                     

a la vez: Juan de la Cruz, Emily             

Dickinson, Edgar Allan Poe son cimas            

de la vida humana, cimas            

de la miseria humana en este hermoso           

mundo?







 


domingo, 10 de octubre de 2021

Octavio Paz

Gracias al empeño de nuestra compañera Manoli Sarmiento, que ha podido solucionar los problemas técnicos de la semana anterior, este blog llega puntual a su cita semanal.  Esta vez viajamos al otro lado del Atlántico para que la poesía de Octavio Paz nos traiga la identificación de la savia que alimenta la tierra con el amor que le inspira la mujer en esa tinta verde del poema. 

               Escrito con tinta verde

La tinta verde crea jardines, selvas, prados,

      follajes donde cantan las letras,

          palabras que son árboles,

   frases que son verdes constelaciones.

 

Deja que mis palabras, oh blanca, desciendan y te cubran

    como una lluvia de hojas a un campo de nieve,

           como la yedra a la estatua,

           como la tinta a esta página.

 

Brazos, cintura, cuello, senos,

   la frente pura como el mar,

   la nuca de bosque en otoño,

los dientes que muerden una brizna de yerba.

 

Tu cuerpo se constela de signos verdes

   como el cuerpo del árbol de renuevos.

No te importe tanta pequeña cicatriz luminosa:

   mira al cielo y su verde tatuaje de estrellas.



viernes, 8 de octubre de 2021

María Victoria Atencia

La informática y sus normas nos han jugado una mala pasada y esta semana la entrega llega casi al final de la misma. La poeta malagueña María Victoria Atencia  enlaza vida y naturaleza en un poema que es una celebración de la madurez, del conocimiento profundo que se adquiere con los años de experiencia vital. 

     Sazón

Ya está todo en sazón. Me siento hecha,

me conozco mujer y clavo al suelo

profunda la raíz, y tiendo en vuelo

la rama, cierta en ti, de su cosecha.

 

¡Cómo crece la rama y qué derecha!

Todo es hoy en mi tronco un solo anhelo

de vivir y vivir: tender al cielo,

erguida en vertical, como la flecha

 

que se lanza a la nube. Tan erguida

que tu voz se ha aprendido la destreza

de abrirla sonriente y florecida.

 

Me remueve tu voz. Por ella siento

que la rama combada se endereza

y el fruto de mi voz se crece al viento.