domingo, 26 de enero de 2020

Juan José Alcolea Jiménez
El poeta Juan José Alcolea Jiménez (Badajoz, 1946) llegó tarde a la poesía, pero ha desarrollado una amplia actividad ligada a revistas literarias y asociaciones, además de haber recibido numerosos galardones. El paisaje manchego de su infancia y juventud influyó decisivamente en su obra, donde se observa un lenguaje ascético, cercano a la tierra. El paso del tiempo es el tema central de esta partida que compartimos esta semana.

        PARTIDA

 

 Cada día su propio desconcierto,

 su propia dimensión establecida,

 tablero de ajedrez con la partida

 propuesta del futuro en que me inserto.

 

 Tan sólo del final el jaque cierto

 y, mientras, despiezándome la vida

 jornada tras jornada, trampa urdida

 al mar de la esperanza en que me vierto.

 

 Cada día los cuadros del tablero

 con ciega exactitud, calladamente,

 me ofrecen la distancia en la que muero.

 

 Cada día, latiendo más urgente,

 mi ronco corazón, por compañero,

 arriesga otra jugada indiferente.
 

 

 

 

 

 

domingo, 19 de enero de 2020

Marwan
El cantautor y poeta Marwan es un auténtico fenómeno de masas de la poesía de los tiempos de Internet. Poco a poco se ha ido labrando una obra musical y poética cuya difusión en las redes sociales lo convierten en uno de los autores más leídos de nuestros días, especialmente entre el público joven. La materia de su poesía son las emociones universales que nos implican a todos, expuestas con un lenguaje cercano y sencillo.

           Profesiones

Pensando en profesiones

ahora que me cansó la mía,

la de hombre respetable,

la de adulto apagado,

cortado por el mismo patrón

que el resto del rebaño.

Ahora que he visto

que el camino prefabricado de estos tiempos no es el mío,

debo plantearme qué soy,

qué quiero dar.

¿Poeta de éxito? No. No es suficiente.

Quiero ser un poeta a reacción

que acumule en su libreta cien mil horas de vuelo

y te lleve de viaje desde el aeropuerto de una página.

Quiero ser un poeta que cauterice,

el barrendero que te limpie las heridas.

Quiero curarte como tú me curas al leer lo que transpiro.

Yo quiero ser otra cosa, quiero ser poema,

un hombre que al leerlo te llene de confeti.

Otra opción es ser puente,

un cantante que junte las orillas,

el albañil que con el martillo de la empatía

tire los muros que separan a los hombres,

ser pala para cavar una zanja

donde enterrar las injusticias.

Pero no, no es suficiente,

quiero cambiar de trabajo,

joder, ¡qué cantautor ni qué poeta!

Quiero ser el perro que despierte a los ministros,

la lluvia que se lleve los problemas,

libro y vela;

para darte luz

o empujar tu barco hasta puerto,

quiero ser Libertad de Franzen.

¿No lo ves?

No puedo seguir siendo siervo de siervos,

contador de monedas,

poeta domesticado,

revolucionario de chapa en mi sillón.

 

No puedo ser alguien que se conforme con escribir,

quiero reventar el mundo:

con misiles de alegría

con escuadrones de bondad,

fabricando hombres buenos en la escuela.

Quiero ser mujer por lo dicho en el anterior poema,

las palabras de Mandela.

Mujer será mi oficio,

si es que ser humano puede considerarse un trabajo.

Quiero ser Saramago

y parar todos los relojes

a la hora en que te conocí.

Quiero ser hospital en Damasco,

la sirena que anuncia que hoy llueven caramelos en Bagdad.

 

O algo más sencillo, más humilde.

Ser simplemente eso,

una pieza hermosa de este puzle,

que corrija su porción de mundo,

ser solo eso,

algo sencillo, pero difícil en estos tiempos:

un tipo en el que puedas confiar.

 

 
                               
 

 

 

domingo, 12 de enero de 2020

Emily Dickinson
Emily Dickinson (1830-1886) ocupa un destacado lugar en la literatura de los Estados Unidos. Su poesía transmite el sentimiento profundo de aquellos poetas dedicados por entero a su arte: "Cuento lo que veo. El paisaje del espíritu requiere aliento, no verbo". En nuestro poema de la semana el paisaje invernal vive en las sensaciones de la autora.

There's a certain slant of light,
On winter afternoons,
That oppresses, like the weight
Of cathedral tunes.

Heavenly hurt it gives us;
We can find no scar,
But internal difference
Where the meanings are.

None may teach it anything,
'T is the seal, despair,—
An imperial affliction
Sent us of the air.

When it comes, the landscape listens,
Shadows hold their breath ;
When it goes, 't is like the distance
On the look of death.

 

Hay cierta luz inclinada
en las tardes de invierno,
que  oprime como el peso
de los sonidos de una catedral.

Nos hace una celeste herida,
no encontramos la cicatriz:
sólo una diferencia interna
donde se encuentran los sentidos.

Nadie puede enseñarle algo,
porque es el sello, la desesperanza:
una aflicción de realeza
que nos envía el aire.

Cuando viene, el paisaje escucha;
las sombras detienen la respiración;
cuando se aleja, es como la distancia
en la mirada de la muerte.
 

 

lunes, 6 de enero de 2020

Julio Cortázar
Para comenzar el año nos hemos decidido por un poema del escritor argentino Julio Cortázar (1914-1984). El autor no necesita presentación, ya que es una de las figuras más destacadas de las letras hispanas. Con este poema, que anhela la presencia de la persona amada, queremos desear a todos los que nos leen un feliz año lleno de poesía y emoción.

          Happy New Year

 

 Mira, no pido mucho,

solamente tu mano, tenerla

como un sapito que duerme así contento.

Necesito esa puerta que me dabas

para entrar a tu mundo, ese trocito

de azúcar verde, de redondo alegre.

¿No me prestas tu mano en esta noche

de fin de año de lechuzas roncas?

No puedes, por razones técnicas.

Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,

el durazno sedoso de la palma

y el dorso, ese país de azules árboles.

Así la tomo y la sostengo,

como si de ello dependiera

muchísimo del mundo,

la sucesión de las cuatro estaciones,

el canto de los gallos, el amor de los hombres.