domingo, 27 de marzo de 2022

Sulafa Hiyyawi

Cerramos el mes de marzo con una nueva entrega de poetas procedentes de lugares en conflicto. Uno de esos conflictos latentes sin resolver es el del pueblo palestino. Nuestra poeta de la semana, Sulafa Hiyyawi, palestina de nacimiento, vive en el exilio en Iraq. Activista por su causa política y feminista expresa en su poesía tres temas fundamentales: el exilio, el retorno y la lucha.

      EL VIEJO Y LA TIERRA

 

 En los caminos de nuestra aldea,

entre sus olivos tiernos,

le dice el viejo a la tierra:

“Te consagré diez muchachos queridos.

No suspires,

no llores,

los consagré a la Patria...”.

Caminan los diez seres queridos en la oscuridad,

los oculta la marcha de una nube,

palpita la tierra en su corazón prendado

para besar sus pasos,

amortigua la sombra sus impacientes suspiros.

En los caminos de nuestra aldea,

junto a al-Lidda y ar-Ramla,

allí regresaron nueve;

habían terminado su marcha.

“Pero, ¿y vuestro décimo hermano?”

pregunta el viejo, mientras la luna entristecida,

contemplando, permanece en vela.

“Allí lo sembramos, padre.

Allí lo sembramos”




domingo, 20 de marzo de 2022

Al Baramuz

Continuando con nuestra serie de poetas de zonas de conflicto, esta semana proponemos una poeta libia. El conflicto de Libia es un pozo sin fondo en el que ya no hay un país, sino reinos de taifas que pugnan por hacerse por el control de un estado fallido. Al Baramuz es el pseudónimo bajo el que publica esta poeta que participó activamente en la primavera árabe y tuvo que exiliarse en Francia. 

        SIN TIERRA

 

He estado perdida, vagando,

Intentando encontrar un lugar

conocido.

Entre el asfalto ha crecido

una flor

Como un niño del vientre de

una favela.

Atravesando la piedra

Como la luz cruza una nube

Pero escondida bajo la tierra

Jamás encontró su reflejo

Y serán los ojos

La sombra de una muerte no

desvelada.



 

 

 


domingo, 13 de marzo de 2022

Nadia Anjuman

Durante este mes nos proponemos dar voz a la poesía de mujeres de zonas de conflicto. Empezamos la semana pasada con el más reciente, pero queremos recordar otro lugar donde las mujeres sufren: Afganistán. Parece que ya hemos olvidado que, con el retorno de los talibanes al poder,  fueron miles las personas que escaparon de ese país abandonado a su suerte. El poema de la semana es obra de alguien que murió por esa violencia contra las mujeres que se rebelan contra las leyes del Estado. La poeta y periodista Nadia Anjuman murió por los golpes que le propinó su esposo en el año 2005.

UN LLANTO SORDO

 

El sonido de las verdes huellas está en la lluvia

nos llega desde la carretera

almas sedientas y faldas polvorientas llegaron del desierto

su ardiente respiración y el espejismo-fundido

de sus bocas secas y de polvo cubiertas

nos llegan, ahora, desde la carretera

sus atormentados cuerpos, chicas criadas en el dolor

la alegría alejada de sus rostros

corazones viejos y alineados de grietas

no surgen sonrisas en los inhóspitos océanos de sus labios

ni una lágrima brota del seco cause de sus ojos

¡Oh Dios!

¿Podría ignorar si sus sordos llantos que saltaron del cielo,

alcanzan las nubes?

El sonido de las verdes huellas está en la lluvia.  




domingo, 6 de marzo de 2022

No a la guerra

Hemos elegido como poema de la semana una composición de la poeta ucraniana Oksana Zabuzhko. El poema fue compuesto después del desastre de Chernobyl, pero la desolación que recrea es la misma que podemos ver en las imágenes de las ciudades bombardeadas por el ejército de Putin. ¿Cuándo podrán estos refugiados de ahora volver a sus casas?

                PRYPIAT - NATURALEZA MUERTA

Podría ser de madrugada.
La luz, como una sábana en pliegues derramada.
El cenicero repleto.
Una sombra se multiplica sobre cuatro muros.
El recinto está vacío.
No hay testimonios.
Pero alguien estuvo aquí.
Hace un momento relumbraron unas lágrimas gemelas
Sobre la pulida madera
(¿Vivió aquí una pareja?)
Un vestido sobre el brazo de la silla, lleno hasta hace poco por un cuerpo,
Se disolvió en un rollo de tela.
Entra, husmea. No hay nadie aquí,
Apenas el aire que se respira, como aplastado
Por un tanque.
Un saco a medio terminar recuerda los dedos de alguien.
Un libro yace abierto, marcado por una uña.
(¡Cuán sorprendente este silencio más allá de los límites!)
Sobre la madera pulida, dos manchas.
Sobre el piso al pie de la silla una manzana,
mordida pero no oxidada.


* Prypiat es un pueblo abandonado en el área evacuada en torno a Chernobyl