domingo, 3 de marzo de 2019

José Ángel Valente
Una visita a la bella casa que el poeta ocupó en Almería es el origen de nuestro poema de la semana. Durante los últimos quince años de su vida el poeta residió en Almería participando muy activamente en los proyectos culturales y sociales de la ciudad. Su amor por el sur y "la irrenunciable llamada de la luz" le llevó también a defender el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, de cuyo patronato fue integrante.
"No se sabe bien quién eligió a quién, si yo elegí la casa o la casa vino a verme" se puede leer a la entrada. La visita es una experiencia que permite disfrutar de la belleza de los objetos allí conservados y al mismo tiempo de la exquisita poesía del autor. Allí leímos este poema.


El sur como una larga….

EL SUR  como una larga,

lenta demolición.

 

El naufragio solar de las cornisas

bajo la putrefacta sombra del jazmín.

 

Rigor oscuro de la luz.

 

Se desmorona el aire desde el aire

que disuelve la piedra en polvo al fin.

 

Sombra de quién, preguntas,

en las callejas húmedas de sal.

 

No hay nadie.

 

La noche guarda ciegas,

apagadas ruinas, mohos

de sumergida luz lunar.

                            La noche.

El sur.       

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