Esta semana traemos a Palabra de poeta al periodista Manuel Vilas. El autor también ha publicado varias novelas y ensayos además de ser un reconocido poeta. En palabras del autor: "No podemos esconder el lado oscuro de la vida". Esa es la línea de pensamiento de este poema que nos hace reflexionar sobre la vida que llevamos y las máscaras que usamos en nuestra relación con los demás.
Lavabos
Imagínate que estás en una
comida importante,
que has bebido mucho y te
has hecho el gracioso
porque con los tristes
nadie queda a comer,
te levantas, buscas el
lavabo, te miras al espejo, te tiembla el alma.
Imagínate en un bar,
bebiendo muchas cervezas con amigos.
Entras en el lavabo,
después de haber
interpretado el icono de la puerta,
donde sale un hombre con
chistera, ¿qué hago en este mundo?
Lavabos de gasolineras, de
cines, de hospitales, pequeños lavabos
de establecimientos
ínfimos.
Lavabos de los bingos, de
las autopistas,
de los MacDonald´s, de los
colegios,
de los bares de alterne,
lavabos sin usar de El Corte Inglés,
lavabos muy usados del
Tanatorio de Torrero, lavabos a la intemperie
del Coso de la Misericordia.
Lavabos muy limpios últimamente
en todas partes.
Baldosas relucientes y
fragancias que descienden de las rendijas del techo.
Quemaduras encima de los
secadores de aire caliente con tubo plateado.
Jabones de fresa
industrial que no hacen espuma
y no lavan la carne de tus
manos.
Espejos grandes. Mucha
luz. Muchos vatios.
Y lavabos de lujo con
toallas de verdad y grifos gigantescos
imitando a los grifos
antiguos.
Y cuando estás allí, ¿en
qué piensas?
En qué piensas en esos
tres minutos en que te vence ese silencio
y queda suspendida la vida
social, la alegría y los chistes,
la máscara y la risa de
los bares y de los restaurantes
y te metes allí, y
coincides allí con un desconocido
que te dice
“bienvenido a la
oscuridad”.