Aurora Luque
Esta semana despediremos a nuestros alumnos de 2º de bachillerato y ciclos formativos. En mi caso, han sido dos años de vivencias intensas, que nos han ligado mucho y han creado vínculos muy fuertes. Para su despedida he elegido un poema de Aurora Luque que ellos escucharon en la voz de la autora en un recital en el que participaron activamente en la Villa romana de Río Verde. Contiene también los ecos de Safo, de cuya lectura disfrutamos juntos en clase.
Sólo quiero desearles que la vida los trate bien y sigan siendo las extraordinarias personas que son hoy.
Hablo a Safo
Ven
en mi ayuda, Safo,
¿me
traes unas alas? Dos juegos:
Unas
para mi espalda
(¿Se
clavan? ¿Me harán daño?)
y
unas leves de abeja
para
cada palabra.
Trae
miel de la tuya, de la amarga.
Esas
cosas antiguas
–miel,
sandalias, frescor,
las
alfombras marinas de la luna
que
esconden a la muerte deseante,
aletazos
violentos que ponen a saltar,
como
pez en la arena, al corazón,
una
ambición de voluptuosidades.
Paladear
recuerdos
o
lamer una piel que ha regresado
de
gozar la negrura de las olas,
miel
recién fabricada,
hierbas
para acostarse a mediodía,
rosas
sin hibridar.
No
nos son tan ajenos tus objetos.
Sólo
hay que detenerse.
Pedírtelos.
Apartar
tanto ruido.
Pues
nos falta muy poco
para
estar muertas.
Tráeme,
Safo, alas,
alas,
alas, frescor,
silencio,
brazos,
alas.