domingo, 28 de noviembre de 2021

Roberto Juarroz

El poeta argentino Roberto Juarroz consigue en nuestro poema de la semana identificar algo tan tangible como una casa con la existencia humana. Poesía despojada de todo lo que no es esencial donde encontramos como dice el propio poeta que el poema puede "abolir en un acto de amor la distancia  entre el hombre y los objetos, entre el hombre y la naturaleza, entre el hombre y el hombre y entre el hombre y la muerte".

                                                  La casa del hombre

Hay que remodelar la casa del hombre,

podarla como se poda un árbol

e introducir en su material más sensible

el delicado injerto de la vida,

para que la casa crezca con el hombre

y también se empequeñezca con él.

 

 

Hay que humanizar la casa del hombre

y retrasar además su destino de ruinas

o de asolada por los bárbaros

que siempre la circundan,

enseñándole para eso a respirar con el hombre

y hasta vivir y morir con él.

 

 

O prepararla por lo menos

para que cuando el hombre se caiga

o escape o se evapore,

la casa del hombre conserve por un tiempo

algo así como el duplicado de su imagen,

una transubstanciación o reminiscencia

de su corta memoria,

hasta entregarla, mejor que otros hombres,

o la publicidad subliminal

de los vientos anónimos del mundo.




domingo, 21 de noviembre de 2021

 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Nos sumamos a los actos que se llevarán a cabo en el centro en la semana del 25 de noviembre con un poema activista y en clave positiva, como ha destacado nuestra compañera Ana María Ruiz Luna, responsable de este área. La profesora coruñesa María Míguez ha compuesto este poema al que acompaña una ilustración realizada por ella misma. Como ella destaca "el cambio vendrá con la educación", es una lucha en la que no debemos dar un paso atrás, a pesar de los tiempos difíciles en los que vivimos.

             Valiente

 

Cuando su alma se quebró,

se oyó por fin su voz:

«Cuánto más me desprecies,

más me querré yo.

Cuánto más me niegues,

más me afirmaré yo.

Cuánto más me pegues,

más débil te harás tú,

más fuerte me haré yo»



domingo, 14 de noviembre de 2021

Juan Antonio González Iglesias

Juan Antonio González Iglesias es uno de los poetas que participó en la última edición del festival Marpoética. Su poema sigue la tradición clásica del horaciano Beatus ille, pero aplicada a nuestro tiempo. La nostalgia por algo ya irrecuperable se destila en la composición de este poema. 

Benditos los ignotos

                                               Heil den unbekannten

                                                                      Goethe

Benditos los ignotos

los que no tienen página

en internet, perfil

que los retrate en facebook,

ni artículo que hable

de ellos en wikipedia.

Los que no tienen blog.

Ni siquiera correo

electrónico, todo

les llega, si les llega,

con un ritmo más lento.

Tienen pocos amigos.

No exponen sus instantes.

No desgastan las cosas

ni el lenguaje. Net

para ellos es malla

que detiene la plata de los peces.

Benditos los que viven

como cuando nacieron

y pasan la mañana oyendo el olmo

que creció junto al río

sin que nadie

lo plantara.

Benditos los ignotos,

los que tienen

todavía

intimidad.




domingo, 7 de noviembre de 2021

Kathleen Raine

La poeta británica Kathleen Raine nos invita en nuestro poema de la semana a buscar en la naturaleza la calma necesaria para vivir en un mundo que lo devora todo a velocidad de vértigo. Disfrutar del canto de los pájaros y del sosiego de un jardín nos remite a nuestra esencia más íntima como parte de algo más grande que nosotros mismos. 

              HABRÍA ESCRITO…

 

Habría escrito un poema diferente,

pero, al detenerme un momento en mi jardín sin desbrozar,

sentí, súbitamente, el paraíso descendiendo en el sol de la mañana

filtrado entre las hojas,

iluminando el suelo exiguo de Londres, tocando con verde

transparencia las células de la vida.

El mirlo bajó de un brinco, vinieron el gorrión y el petirrojo,

y el tordo, cuyo nido, a buen seguro, está oculto

en algún sitio, entre edificios invasores

de muros que asedian,

mas para los pájaros de ciudad inagotables aguas vivas

colman una taza de piedra desde un caño de jardín.

 

Me digo que pronto será hora

de volver a la casa, al quehacer diario,

pero aquí el tiempo ni viene ni se va.

No se apresuran los pájaros, su día

ni comienza ni termina.

¿Qué me impide quedarme? Por qué dejar

este estado, donde siempre se es,

y sólo el tiempo nos desprende

de este sencillo lugar oculto, siempre presente.

 

                                       Traducción de Adolfo Gómez Tomé

 

 

 

  I HAD MEANT TO WRITE...

                   

I had meant to write a different poem,

But, pausing for a moment in my unweeded garden,

Noticed, all at once, paradise descending in the morning sun

Filtered through leaves,

Enlightening the meagre London ground, touching with green

Transparency the cells of life.

The blackbird hopped down, robin and sparrow came,

And the thrush, whose nest is hidden

Somewhere, it must be, among invading buildings

Whose walls close in,

But for the garden birds inexhaustible living waters

Fill a stone basin from a garden hose.

 

I think, it will soon be time

To return to the house, to the day’s occupation,

But here, time neither comes nor goes.

The birds do not hurry away, their day

Neither begins nor ends.

Why can I not stay? Why leave

Here, where it is always,

And time leads only away

From this hidden ever-present simple place.



 


lunes, 1 de noviembre de 2021

Piedad Bonnett

De nuevo las Parcas han golpeado nuestro centro. Sin apenas respiro entre uno y otra hemos perdido a nuestro alumno Jacobo y a nuestra compañera Marian Gómez. La poesía tienen el don de llegar más allá de donde las habituales palabras de duelo no pasan de ser tópicas. Sobre todo si se trata del poema de alguien que conoce muy bien el golpe de la pérdida de una vida truncada antes de tiempo, como es la poeta colombiana Piedad Bonnett. 

ALGO HERMOSO TERMINA

 

Todos los días del mundo

algo hermoso termina.

 

Jaroslav Seifert

 

Duélete:

como a una vieja estrella fatigada

te ha dejado la luz. Y la criatura

que iluminabas

    (y que iluminaba

tus ojos ciegos a las nimias cosas

del mundo)

ha vuelto a ser mortal.

Todo recobra

su densidad, su peso, su volumen,

ese pobre equilibrio que sostiene

tu nuevo invierno. Alégrate.

Tus vísceras ahora son otra vez tus vísceras

y no crudo alimento de zozobras.

Ya no eres ese dios ebrio e incierto

que te fue dado ser. Muerde

el hueso que te dan,

llega a su médula,

recoge las migajas que deja la memoria.