Octavio Paz
Gracias al empeño de nuestra compañera Manoli Sarmiento, que ha podido solucionar los problemas técnicos de la semana anterior, este blog llega puntual a su cita semanal. Esta vez viajamos al otro lado del Atlántico para que la poesía de Octavio Paz nos traiga la identificación de la savia que alimenta la tierra con el amor que le inspira la mujer en esa tinta verde del poema.
Escrito con tinta verde
La tinta verde crea jardines,
selvas, prados,
follajes donde cantan las letras,
palabras que son árboles,
frases que son verdes constelaciones.
Deja que mis palabras, oh
blanca, desciendan y te cubran
como una lluvia de hojas a un campo de
nieve,
como la yedra a la estatua,
como la tinta a esta página.
Brazos, cintura, cuello,
senos,
la frente pura como el mar,
la nuca de bosque en otoño,
los dientes que muerden una
brizna de yerba.
Tu cuerpo se constela de
signos verdes
como el cuerpo del árbol de renuevos.
No te importe tanta pequeña
cicatriz luminosa:
mira al cielo y su verde tatuaje de
estrellas.
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