Nuevo curso
Iniciamos el curso de las mascarillas siguiendo las tradiciones que nos anclan a un pasado que parece tan lejano ahora. Por tanto, un poema de Jaime Gil de Biedma abre temporada en nuestro blog deseando que la poesía nos salve de la incertidumbre.
Nos reciben las calles
conocidas...
Nos
reciben las calles conocidas
y la tarde empezada, los cansados
castaños cuyas hojas, obedientes,
ruedan bajo los pies del que regresa,
preceden, acompañan nuestros pasos.
Interrumpiendo entre la muchedumbre
de los que a cada instante se suceden,
bajo la prematura opacidad
del cielo, que converge hacia su término,
cada uno se interna olvidadizo,
perdido en sus cuarteles solitarios
del invierno que viene. ¿Recordáis
la destreza del vuelo de las aves,
el júbilo y los juegos peligrosos,
la intensidad de cierto instante, quietos
bajo el cielo más alto que el follaje?
Si por lo menos alguien se acordase,
si alguien súbitamente acometido
se acordase... La luz usada deja
polvo de mariposa entre los dedos.
Precioso final de poema para este comienzo de curso. ánimo y que la luz nos acompañe. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Antonio. Necesitaremos luz en el corazón y fuerzas renovadas para afrontar un curso tan difícil. Un fuerte abrazo
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