domingo, 27 de septiembre de 2020

 Walt Whitman

El poema de Walt Whitman de esta semana me lo sugirió Andrea Villarrubia cuando estaba buscando lecturas que nos consuelen en estos aciagos tiempos. Probablemente no sabíamos cuánto echábamos de menos el contacto con los seres queridos.  Tal vez solo en un poema se puede condensar esa carencia con hermosura.

Me he dado cuenta de que basta estar con los que uno quiere,

Me basta demorarme al atardecer con aquellos que quiero,

Me basta sentir cerca la hermosa carne, la carne que es curiosa, que respira y que ama.

¿Pasar entre la gente y tocar alguno, o rozar con el brazo el cuello de un hombre o de una mujer, no es esto mucho?

No pido otra alegría, nado en ella como en el mar.

 

Hay algo en estar cerca de hombres y de mujeres y de mirarlos, y en su contacto y en su olor, que es grato al alma,

Todas las cosas son gratas al alma, pero esta es la más grata.




2 comentarios:

  1. Volveremos a tocarnos y abrazarnos, lo necesitamos como el aire que nos da la vida. Esperemos que sea muy pronto. Mientras tanto, leer a Walt Whitman nos da fuerzas. Que tengáis un buen curso. Un abrazo grande.

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  2. Muchas gracias, Andrea, por la inspiración y por tu cariño incondicional. Esperemos que muy pronto disfrutemos juntos.

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