domingo, 27 de septiembre de 2020

 Walt Whitman

El poema de Walt Whitman de esta semana me lo sugirió Andrea Villarrubia cuando estaba buscando lecturas que nos consuelen en estos aciagos tiempos. Probablemente no sabíamos cuánto echábamos de menos el contacto con los seres queridos.  Tal vez solo en un poema se puede condensar esa carencia con hermosura.

Me he dado cuenta de que basta estar con los que uno quiere,

Me basta demorarme al atardecer con aquellos que quiero,

Me basta sentir cerca la hermosa carne, la carne que es curiosa, que respira y que ama.

¿Pasar entre la gente y tocar alguno, o rozar con el brazo el cuello de un hombre o de una mujer, no es esto mucho?

No pido otra alegría, nado en ella como en el mar.

 

Hay algo en estar cerca de hombres y de mujeres y de mirarlos, y en su contacto y en su olor, que es grato al alma,

Todas las cosas son gratas al alma, pero esta es la más grata.




domingo, 20 de septiembre de 2020

Nuevo curso

Iniciamos el curso de las mascarillas siguiendo las tradiciones que nos anclan a un pasado que parece tan lejano ahora. Por tanto, un poema de Jaime Gil de Biedma abre temporada en nuestro blog deseando que la poesía nos salve de la incertidumbre.

Nos reciben las calles conocidas...

Nos reciben las calles conocidas
y la tarde empezada, los cansados
castaños cuyas hojas, obedientes,
ruedan bajo los pies del que regresa,
preceden, acompañan nuestros pasos.
Interrumpiendo entre la muchedumbre
de los que a cada instante se suceden,
bajo la prematura opacidad
del cielo, que converge hacia su término,
cada uno se interna olvidadizo,
perdido en sus cuarteles solitarios
del invierno que viene. ¿Recordáis
la destreza del vuelo de las aves,
el júbilo y los juegos peligrosos,
la intensidad de cierto instante, quietos
bajo el cielo más alto que el follaje?
Si por lo menos alguien se acordase,
si alguien súbitamente acometido
se acordase... La luz usada deja
polvo de mariposa entre los dedos.