Esta semana nuestro blog se une la celebración de las X jornadas de Cultura clásica del centro con un bello epigrama de Calímaco de Cirene. El poeta es uno de los más destacados representantes de la poesía de la época helenística. Sus composiciones, breves normalmente y muy depuradas, ofrecen el retrato de una vida dedicada al combate cotidiano contra el tiempo que pone fin a los placeres de la existencia humana. La versión que proponemos es de Luis Alberto de Cuenca, otro poeta amante de la tradición clásica.
Epicides
, acecha el cazador en el monte a la liebre
y
rastrea las huellas del corzo
en
medio de la nieve y de la escarcha. Y si alguien
le
dice «¡aquí, una fiera abatida! , no la toma.
Tal es mi amor: persigue lo que huye;
lo que yace a su alcance,
sobrevuela.
Precioso poema, cómo con tanta sencillez, se puede expresar tanto. Es la magia de la poesía. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por disfrutar de los clásicos con nosotros
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