En esta sección nos unimos a las celebraciones del 1 de mayo con un poema de Bertolt Brecht escrito en 1932 pero de plena actualidad. El poeta y dramaturgo alemán dedicó su obra a sacudir la conciencia del público y a llevarlo desde una pasividad acrítica a la acción. Ese espíritu nos debería animar hoy a actuar frente a la podredumbre que nos rodea. Ante cada escándalo, ante cada abuso no cabe más postura que la denuncia y la oposición.
Loa de la dialéctica
Con paso firme se pasea hoy
la injusticia.
Los opresores se disponen a
dominar otros diez mil años
más.
La violencia garantiza:
«Todo seguirá igual.»
No se oye otra voz que la
de los dominadores,
y en el mercado grita la
explotación: «Ahora es cuando
empiezo.»
Y entre los oprimidos,
muchos dicen ahora:
«Jamás se logrará lo que
queremos».
Quien aún esté vivo no diga
«jamás».
Lo firme no es firme.
Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que
dominan,
hablarán los dominados.
¿Quién puede atreverse a
decir «jamás»?
¿De quién depende que siga
la opresión? De nosotros.
¿De quién que se acabe? De
nosotros también.
¡Que se levante aquel que
está abatido!
¡Aquel que está perdido,
que combata!
¿Quién podrá contener al
que conoce su condición?
Pues los vencidos de hoy
son los vencedores de mañana
y el jamás se convierte en
hoy mismo.
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