domingo, 28 de abril de 2019

Sara Herrera Peralta
Nacida en Jerez de la Frontera en 1980 la poeta Sara Herrera Peralta es una de las más prolíficas autoras de la poesía actual. Aunque ha vivido en numerosos lugares,  reside en el sur de Francia donde desarrolla su actividad como diseñadora gráfica y community manager. Su poesía sencilla y sin adornos tiene una vertiente social y comprometida como ilustra nuestro poema de la semana, en el que rinde un hermoso homenaje a su abuelo.

El abuelo me ha mirado siempre

 de frente.

 De niños llamaba jarabe que lo cura todo

 a la granadina

 y nos contaba

 el cuento del garbanzo.

 

Nunca lloró el abuelo.

 Ahora, con casi cien años,

 me mira, sonríe y llora:

 qué bien que hayas venido,

 dice,

 ¿estás contenta en el trabajo?

 Muy contenta, abuelo.

 Y vuelve a reír y llora.

 Eso es lo que yo quiero, prosigue.

 Cuando algunos me preguntan,

 extrañados,

 ¿por qué sigues estudiando?

-dos másteres, dos carreras un posgrado-

yo callo, asiento y también sonrío:

 

mi abuelo, nacido sobre

 mil novecientos diez,

 lloró por primera vez cuando

 su hija le dijo,

 tiempo después de dejar los estudios,

 papá,

 quiero hacer enfermería.

 

La mujer nunca en la cocina.

 

Y yo sonrío porque nadie sabe

 que el orgullo o la fuerza

 también se heredan.
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

domingo, 21 de abril de 2019

Ida Vitale
Esta semana recibirá el Premio Cervantes la poeta uruguaya Ida Vitale. Nacida en 1923 pertenece a la llamada generación del 45 al igual que Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti. Vivió el exilio durante la dictadura para regresar después a su país. Su poesía es vitalista como ella misma y despojada de adornos, siempre a la búsqueda de la palabra exacta que conecte con el misterio que encierra cada ser humano. Para esta semana de la fiesta de los libros hemos elegido un poema que reflexiona sobre la mujer y su necesidad de independencia frente a los destinos trazados.

               Fortuna


Por años, disfrutar del error
y de su enmienda,
haber podido hablar, caminar libre,
no existir mutilada,
no entrar o sí en iglesias,
leer, oír la música querida,
ser en la noche un ser como en el día.
No ser casada en un negocio,
medida en cabras,
sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca
y no admitir palabras
que pongan en la sangre
limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma
otro ser no previsto
en el puente de la mirada.
Ser humano y mujer, ni más ni menos.
 

 

 

domingo, 7 de abril de 2019

Safo de Mitilene
En esta edición de Marpoética uno de los encuentros literarios trató sobre la actualidad de la tradición clásica. Debatieron sobre el tema Jaime Siles, Carlos Pardo y Aurora Luque, que introdujo en la conversación un interesante concepto, "la elasticidad de la tradición clásica", es decir, cómo el conocimiento del mundo antiguo lleva a cada generación a reinterpretar según sus necesidades unos textos vivos siempre a pesar del paso del tiempo. Leyó su propia traducción de nuestro poema de la semana considerándolo uno de los primeros poemas pacifistas de la historia de la literatura, escrito además por una mujer a la que tanto ha querido silenciar esa misma tradición. Aprovechamos, pues, la celebración de las XI jornadas de Cultura clásica de nuestro centro para disfrutar de este maravilloso poema.

[Ο]ἰ μὲν ἰππήων στρότον οἰ δὲ πέσδων,
οἰ δὲ νάων φαῖσ᾿ ἐπ[] γᾶν μέλαι[ν]αν
[]μμεναι κάλλιστον, ἔγω δὲ κῆν᾿ ὄτ-
τω τις ἔραται·
[πά]γχυ δ᾿ εὔμαρες σύνετον πόησαι
[π]άντι τ[o]ῦτ᾿, γὰρ πόλυ περσκέθοισα
κάλλος [ἀνθ]ρώπων Ἐλένα [τ]ὸν ἄνδρα
τὸν [πανάρ]ιστον
καλλ[ίποι]σ᾿ ἔβα ᾿ς Τροΐαν πλέοισα
[κ]ω[ὐδ[ πα]ῖδος οὐδὲ φίλων τοκήων
πά[μπαν] ἐμνάσθη, ἀλλὰ παράγαγ᾿ αὔταν
[κ]ω[ὐδ᾽ ἐθέλοι]σαν
[Κύπρις· ἄγν]αμπτον γὰρ [ἔχει] νόημμα
[καὶ τέ]λει κούφως τ[ό κέ ποι] νοήσηι·
[τὦ]με νῦν Ἀνακτορί[ας ]νέμναι-
[σ᾿ οὐ] παρεοίσας,
[τᾶ]ς <κ>ε βολλοίμαν ἔρατόν τε βᾶμα
κἀμάρυχμα λάμπρον ἴδην προσώπω
τὰ Λύδων ἄρματα κἀν ὄπλοισι
[πεσδομ]άχεντας.

                                              Lo que una ama

Dicen unos que una tropa de jinetes, otros la infantería

y otros que una escuadra de navíos, sobre la tierra

oscura es lo más bello: mas yo digo

que es lo que una ama.

 

Y es muy fácil hacerlo comprensible

a todos: pues aquella que tanto destacaba

en belleza entre todos los humanos, Helena,

a su muy noble esposo

 

dejándolo tras sí marchó a Troya embarcada

y en nada de su hija o de sus padres

amados se acordó, sino que la sedujo

Cipris.

 

 

Porque ahora me has hecho recordar a Anactoria

que no está junto a mí

y de ella quisiera contemplar

su andar que inspira amor y el centelleo radiante de su rostro

antes que los carruajes de los lidios y antes que los soldados

en pie de guerra.