domingo, 29 de septiembre de 2019

José Hierro
La semana pasada se concedió el Premio Nacional al Fomento de la Lectura de 2019 y resultó galardonada junto  con Radio Nacional de España  la Asociación Entrelibros de Granada, que realiza desde hace años una maravillosa labor difundiendo la pasión por los libros y la lectura en ámbitos en los que no es habitual encontrar esa oportunidad. Alma mater de esa asociación son dos amigos, Andrea Villarrubia y Juan Mata, que han dedicado su vida a dar a conocer el poder de las palabras para cambiar el mundo. Queremos homenajearlos a ellos y al trabajo de los voluntarios que se empeñan cada semana en llevar los libros a lugares como la cárcel o los hospitales con las palabras de un autor al que gracias a ellos conocí personalmente y nos unió más aún en una experiencia inolvidable. ¡Enhorabuena, amigos!

                                     Respuesta

Quisiera que tú me entendieras a mí sin palabras.
Sin palabras hablarte, lo mismo que se habla mi gente.
Que tú me entendieras a mí sin palabras
como entiendo yo al mar o a la brisa enredada en un álamo verde.

Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte,
hace ya mucho tiempo aprendí hondas razones que tú  no comprendes.
Revelarlas quisiera, poniendo en mis ojos el sol invisible,
la pasión con que dora la tierra sus frutos calientes.

Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte.
Siento arder una loca alegría en la luz que me envuelve.
Yo quisiera que tú la sintieras también inundándote el alma,
yo quisiera que a ti, en lo más hondo, también te quemase y te hiriese.
Criatura también de alegría quisiera que fueras,
criatura que llega por fin a vencer la tristeza y la muerte.

Si ahora yo te dijera que había que andar por ciudades perdidas
y llorar en sus calles oscuras sintiéndote débil,
y cantar bajo un árbol de estío tus sueños oscuros,
y sentirte hecho de aire y de nube y de hierba muy verde...

Si ahora yo te dijera
que es tu vida esa roca en que rompe la ola,
la flor misma que vibra y se llena de azul bajo el claro nordeste,
aquel hombre que va por el campo nocturno llevando una antorcha,
aquel niño que azota la mar con su mano inocente...

Si yo te dijera estas cosas, amigo,
¿qué fuego pondría en mi boca, qué hierro candente,
qué olores, colores, sabores, contactos, sonidos?
Y ¿cómo saber si me entiendes?
¿Cómo entrar en tu alma rompiendo sus hielos?
¿Cómo hacerte sentir para siempre vencida la muerte?
¿Cómo ahondar en tu invierno, llevar a tu noche la luna,
poner en tu oscura tristeza la lumbre celeste?

Sin palabras, amigo; tenía que ser sin palabras como tú me entendieses

 

 

 

domingo, 22 de septiembre de 2019

Francisco Brines
El poeta valenciano Francisco Brines, perteneciente a la generación de los cincuenta, es uno de los clásicos vivos de la poesía en español. Su obra poética ha recibido casi todos los galardones posibles y el reconocimiento de lectores y críticos. El poema de esta semana es un ejemplo de su poesía melancólica y elegíaca, en la que el paso del tiempo tiene un papel fundamental. En el cambio de estación de esta semana nos hace reflexionar sobre el otoño de nuestras vidas que nos conduce hacia el final en medio de una naturaleza esplendorosa en su belleza cambiante.


                       Otoño inglés

No para ver la luz que baja de los cielos,
incierta en estos campos,
sino por ver la luz que, del oscuro centro de la tierra,
a las hojas asciende y las abrasa.
Yo no he salido a ver la luz del cielo
sino la luz que nace de los árboles.
Hoy lo que ven mis ojos
no es un color que a cada instante muda su belleza,
y ahora es antorcha de oro,
voraz incendio, humareda de cobre,
ola apacible de ceniza.
Hoy lo que ven mis ojos
es el profundo cambio de la vida en la muerte.

Este esplendor tranquilo
es el acabamiento digno de una perfecta creación
más si se advierte,
la consunción penosa de los hombres
tan sólo semejantes en su honda soledad,
mas con dolor y sin belleza.

El hombre bien quisiera que su muerte
no careciese de alguna certidumbre,
y así reflejaría en su sonrisa,
como esta tarde el campo,
una tranquila espera.

domingo, 15 de septiembre de 2019

Bienvenidos al nuevo curso
Iniciamos una nueva temporada de este blog junto con el curso escolar y lo hacemos como siempre con Jaime Gil de Biedma. El poeta nos propone un viaje a nuestros sentimientos a través del recuerdo de una estancia en Atenas. Que los recuerdos de nuestros viajes personales animen este curso lleno de sorpresas que descubrir y compartir.

     La calle Pandrossou

Bienamadas imágenes de Atenas.

En el barrio de Plaka,
junto a Monastiraki,
una calle vulgar con muchas tiendas.

Si alguno que me quiere
alguna vez va a Grecia
y pasa por allí, sobre todo en verano,
que me encomiende a ella.

Era un lunes de agosto
después de un año atroz, recién llegado.
Me acuerdo que de pronto amé la vida,
porque la calle olía
a cocina y a cuero de zapatos.